Así lo confirmó el jefe de guardia del Materno Infantil, Miguel José. También aseguró que muchos de los cuadros son ocasionados por la quema de leña, plástico y carbón.
Es el problema de todos los inviernos, pero el registro de un considerable aumento de los casos de intoxicación por monóxido de carbono sorprende a los profesionales de la salud del Hospital Materno Infantil. Según señalaron, llegaron a atender hasta 7 casos por día, un índice que alerta y preocupa a los médicos.
En diálogo con LA CAPITAL, el jefe de la guardia del nosocomio, el doctor Miguel José, aseguró que lo más llamativo de los “ingresos diarios” que reciben es que muchos de ellos no se originan por calefactores o calefones en mal estado, sino por la quema de elementos que, al estar en contacto con el fuego, provocan una combustión que afecta la salud de quienes se encuentren en el lugar.
“Tuvimos muchos casos de gente que prende carbón, leña, plástico o todo lo que puedan quemar para dar calor. Y así se intoxican terriblemente fácil”, señaló el profesional, quien destacó la “gravedad” de estás técnicas que incluso pueden ocasionar la muerte.
Según indicó, en el Materno, “todos los días se asiste gente con estos cuadros” pero hay jornadas en las que las internaciones aumentan. “Ayer -por el jueves pasado- internamos a siete personas”, señaló.
El procedimiento que llevan adelante los médicos del nosocomio consiste, en primer lugar, consultar cuáles son los medios de calefacción que cuenta la vivienda del o los afectados, para luego realizar un estudio de sangre que indique el nivel de monóxido presente.
“De comprobarse la intoxicación quedan internados para que reciban oxígeno, mínimamente, seis horas. Los casos más graves que precisan que se limpie de manera inmediata, son trasladados a la cámara hiperbárica, que se encuentra en un establecimiento privado de la ciudad”, explicó José. Según señaló, “todos los días” deben asistir a personas con esta última alternativa de urgencia, que busca incrementar la capacidad de transporte de oxígeno de la sangre.
En este sentido, el profesional destacó que en la guardia reciben desde personas que “vienen con taquicardia o con dolor de cabeza hasta quienes ya presentan pérdida de conocimiento”. Sin embargo aclaró que también llegan pacientes “con cuadro neurológicos o cardiovasculares mucho más graves que obligan a una internación inmediata”.
Falta de recursos
Las características de los ingresos por intoxicación que comenzaron a surgir este invierno en la ciudad también evidencian un panorama social preocupante, si se tiene en cuenta que quienes utilizan la quema de elementos como medio de calefacción son aquellos que probablemente no cuentan con los recursos necesarios para alternativas más seguras.
Estos datos también cobran importancia al tener en cuenta los reclamos en relación al acceso a las garrafas de gas manifestados por la Defensoría del Pueblo de la provincia. En junio, el defensor del pueblo bonaerense, Guido Lorenzino, le solicitó al Gobierno nacional que otorgue más garrafas a los titulares del Plan Programa Hogar, para que este beneficio pueda igualarse con el que tienen aquellos que están alcanzados con la tarifa social del gas.
“Si comparamos ambas iniciativas, notamos que los beneficiarios del Programa Hogar reciben 23 garrafas menos por año de las que les correspondería. Es una situación de desigualdad si se tiene en cuenta que las dos propuestas están dirigidas a un mismo sector, donde la diferencia sólo está dada por la existencia o no de red de gas en el domicilio”, había precisado en su momento Lorenzino.
A nivel local, el defensor Rubén Cuevas también había reconocido a este medio que se registraban dificultades para conseguir la garrafa a la tarifa social de $185. “Hemos detectado la falta de garrafas al precio anunciado por el Gobierno que, actualmente, sólo están en el programa El Estado en tu barrio, en las zonas de reparto anunciadas por el municipio”, señaló el delegado al mismo tiempo que aseguró que estos puntos eran “absolutamente insuficientes”, además de que “el camión sólo está una hora o una hora y media, y se quedan sin garrafas”.
Precaución
Para evitar estas situaciones y disminuir el aluvión de casos de intoxicación, Miguel José pidió a toda la comunidad que “revise los calefactores”, al mismo tiempo que pidió que siempre se deje “una ventana abierta” para oxigenar los espacios. Sobre la quema de elementos fue tajante: “Puede ocasionar la muerte”.